martes 8 julio 2025 - 23:41
Cinco enseñanzas clave del Imam Husein (P) para la vida actual

El movimiento de Karbalá, liderado por el Imam Husein (P), es una escuela de humanidad y un legado eterno cuyas enseñanzas incluyen: la libertad ante la opresión, ordenar el bien y prohibir el mal, la resignación ante el decreto divino, la sinceridad en los actos y el compromiso con el velo y la castidad.

Según informa la Agencia de Noticias Religiosas, Karbalá es una lección de humanidad para la humanidad, una que hace postrar ante su grandeza a todo ser pensante. Las enseñanzas de Ashurá son un tesoro eterno para cada persona, por lo que debemos aprenderlas para ser contados entre los verdaderos amantes del Imam Husein (P). Con este propósito, se mencionan algunas de sus enseñanzas:

1. Libertad y dignidad

Una de las lecciones más importantes de Karbalá es no someterse a la humillación ni rendirse ante ningún opresor.

El Imam Husein (P) dijo:

«Morir con dignidad es mejor que vivir en la humillación» (1).

Rechazó pactar con los tiranos y declaró:

«¡Por Dios! No les daré mi mano como quien se rinde humillado, ni me someteré como un esclavo» (2).

Cuando en Karbalá le dieron a elegir entre la muerte o jurar lealtad a un tirano como Yazid, respondió:

«¡Jamás aceptaré la humillación!» (3).

2. Ordenar el bien y prohibir el mal

El Imam Husein (P) dejó claro que el gobierno de Yazid era la mayor corrupción social, y que en tales circunstancias, el deber de todo creyente es ordenar el bien y prohibir el mal.

Dijo a su hermano:

«No he salido por arrogancia, placer, corrupción u opresión. Solo busco reformar la comunidad de mi abuelo (el Profeta). Quiero ordenar el bien, prohibir el mal y seguir el camino de mi abuelo y mi padre, Ali ibn Abi Tálib (P)» (4).

Ashurá nos enseña que mantener estos dos pilares divinos es esencial para la justicia, la resistencia contra la tiranía y la defensa de los derechos humanos en cualquier lugar del mundo.

3. Resignación y aceptación del decreto divino

Uno de los niveles más elevados de la fe es aceptar el destino divino con satisfacción, pues es señal de amor hacia Dios.

Karbalá es el ejemplo perfecto de esta sumisión. Cuando el Imam (P) se encontró con el poeta Farazdaq en el camino a Kufa, dijo:

«Si el decreto divino coincide con nuestros deseos, alabamos a Dios. Y si va en contra, quien busca solo la verdad y tiene piedad en su corazón, no habrá perdido nada» (5).

Antes de su martirio, postró su frente en el suelo y declaró:

«¡Dios mío! Acepto Tu decreto y me someto a Tu voluntad. No hay más dios que Tú, ¡oh Refugio de los que claman!».

Sin embargo, afirmar paciencia es fácil; demostrarla en la práctica solo lo lograron el Imam Husein (P) y sus verdaderos seguidores.

4. Sinceridad en los actos

La sinceridad es otra enseñanza invaluable de Ashurá. Fue el factor principal que preservó este movimiento a través de los siglos. Dios promete que las acciones sinceras nunca se perderán y serán recompensadas en esta vida y en la próxima.

El Imam Husein (P) y sus compañeros avanzaron hacia el martirio sin que nada los detuviera, purificando a los débiles de corazón. Solo Dios reconoce la pureza, y el siervo sincero sacrifica su vida por Él con facilidad.

La lección es clara: purificar nuestras intenciones, pues las obras sinceras nunca se desvanecen. Por eso, Ashurá no se ha debilitado con el tiempo, sino que su luz crece cada día.

5. El velo y la castidad

La dignidad de la mujer reside en su castidad, y el hijab es su protección frente a la decadencia moral.

En Karbalá, el Imam Husein (P), la noble Zainab (P) y su familia enfatizaron con palabras y acciones la importancia del velo.

Lamentablemente, hoy vemos cuán lejos está el hiyab de muchas mujeres del ejemplo de las damas de Karbalá. No hemos aprendido esta lección que conduce a la felicidad.

Conclusión

El objetivo del levantamiento del Imam Husein (P) es guiarnos hacia el camino correcto. Si no lo seguimos, ¿qué le diremos en el Día del Juicio?

Referencias:

Bihar al-Anwar, vol. 44, p. 192.

Waq’at at-Tuff, p. 209.

Tuhaf al-Uqul, p. 58.

Bihar al-Anwar, vol. 44, p. 229.

Luhuf, p. 74.

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